La
propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del
territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido
y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la
propiedad privada.
…
Corresponde a la Nación el dominio directo de
todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos
submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias que en vetas,
mantos, masas o yacimientos constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta
de los componentes de los terrenos,…; el petróleo y todos los carburos de
hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el espacio situado sobre el
territorio nacional, en la extensión y términos que fije el Derecho
Internacional.
A grandes rasgos de esto es lo que habla el
Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Básicamente nos da a entender que lo que se encuentre en el territorio Mexicano
es de los Mexicanos.
Sin embargo, durante la presidencia de
Alvaro Obregón, dada la devastación y desorden resultados de las numerosas
guerras civiles y/o revolucionarias Obregón consideraba que era necesaria la
inversión extranjera para ayudar a levantar al país económicamente. A su vez,
Estados Unidos condicionaba el reconocimiento del mandato de Obregón con un
tratados entre ambos países donde México le garantizara los derechos de
propiedad de los estadounidenses que vivían en el país y de sus compañías petroleras en el territorio mexicano.
El artículo 27 de la constitución se
presentaba como un problema para los temas de la posesión del petróleo de
Estados Unidos y mas aun si este artículo fuera aplicado retro activamente.
Finalmente, la Suprema Corte de Justicia
accedió y determinó que el artículo 27 no sería retroactivo en la parte
correspondiente a la industria petrolera. Todo esto se llevo a cabo en el
tratado conocido como El Tratado de Bucareli en 1923.
En la película “Cristiada” se puede
apreciar el marco histórico de lo que se lleva a cabo justo después de que es
firmado el tratado. Cuando Plutarco Elías Calles asume la presidencia en 1924,
rechaza el Tratado de Bucareli ya que consideraba que era anticonstitucional.
Claramente, Estados Unidos tuvo respuesta inmediata y mandan a un nuevo
embajador a negociar con el Presidente Calles. Como al mismo tiempo que todo
esto sucedía estaba la Guerra Cristera destrozando la estabilidad del país y
del mandato de Calles, razón por la cual no podía voltearle la espalda a los
Estados Unidos por completo ya que necesitaba de su apoyo económico y de
armamentos para pelear contra los cristeros.
Después de varios debates sobre una nueva
ley del petróleo, esta es promulgada en 1926. El próximo año Calles cancela
todos los permisos a compañías petroleras que no cumplieran ni respetaran la
nueva ley.
Finalmente, todo concluye el 18 de Marzo de
1938 cuando el Presidente Lázaro Cárdenas nacionaliza el petróleo en México
creando lo que hasta el día de hoy conocemos como PEMEX.
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